domingo, 14 de diciembre de 2008

Karén


Perdona por creerme que era especial para ti, por guardar cada minuto contigo en un rinconcito de mi corazón.
Perdona si solo te serví para apaciguar tus ganas de experimentar, de gemir o de gritar, porque yo creí que era algo más.
Perdona por a veces ser tu única solución, y otras ser tratado por fuerza mayor.
¿Soy tu estorbo? ¡Apártame!
Donde están tus promesas, tus ruegos o tus caricias. Donde esta lo que te di, que no lo encuentro en ti.
¿Te perdí? ¿Me perdí? ¿Nos perdimos?...
Solo se que no me arrepiento, si lo siento, y me lamento a veces de ser tan estupido de creerme dios del tiempo, ser a veces cronos y otras Eolo, de intentar luchar contra viento y marea pesando tener la fuerza, que me flaquean cuando te alejas.
Perdón por no engañarte y mostrarte mis sentimientos.

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