Hoy volví llorando, y a la vez gritando, ¡búscate otro que te aliente las pisadas!
Creí ser fuerte, lo suficiente como para no verte.
Rompí mi llanto entre el carcajeo de las musas, que inquietas me miraban y decían, ¡Absurdo! ¡Egoísta! ¡Insensato!...
Hoy perdí mí tiempo cavilando, y a la vez increpando, ¡no me quitaras ni un segundo más!
Sentí la hiel, la sangre arder y mi estómago estremecer, mientras una musa, la mas modesta, me observaba, y acercándose hasta mi, concluyó; ¿no te hemos enseñado nada?, no te das cuenta de que lo que te hace arder se llama amor, da igual si esta frustrado o no, es amor, es tu inspiración, es tu creación, es tu interior, ¡eres tu!
Deja que nosotras te ayudemos, deja que tu sangre aliviemos, y que en tus dedos avivemos.
Con duda, y mas tranquilo, acepte su ayuda, y aquí sigo, despertando cada mañana con ganas de ser templario de la mas apremiada musa.
Por mas que duela, por mas que mienta, es el quien nos hace sentirnos vivos por dentro, quien nos remueve todo el cuerpo, quien tiene alas para subirte al cielo, o bajarte al infierno.
No lo tientes ni lo retes, que no hay sentimiento mas valiente ni mas fuerte.
Creí ser fuerte, lo suficiente como para no verte.
Rompí mi llanto entre el carcajeo de las musas, que inquietas me miraban y decían, ¡Absurdo! ¡Egoísta! ¡Insensato!...
Hoy perdí mí tiempo cavilando, y a la vez increpando, ¡no me quitaras ni un segundo más!
Sentí la hiel, la sangre arder y mi estómago estremecer, mientras una musa, la mas modesta, me observaba, y acercándose hasta mi, concluyó; ¿no te hemos enseñado nada?, no te das cuenta de que lo que te hace arder se llama amor, da igual si esta frustrado o no, es amor, es tu inspiración, es tu creación, es tu interior, ¡eres tu!
Deja que nosotras te ayudemos, deja que tu sangre aliviemos, y que en tus dedos avivemos.
Con duda, y mas tranquilo, acepte su ayuda, y aquí sigo, despertando cada mañana con ganas de ser templario de la mas apremiada musa.
Por mas que duela, por mas que mienta, es el quien nos hace sentirnos vivos por dentro, quien nos remueve todo el cuerpo, quien tiene alas para subirte al cielo, o bajarte al infierno.
No lo tientes ni lo retes, que no hay sentimiento mas valiente ni mas fuerte.
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